miércoles, 29 de junio de 2011

Vacaciones, día 6 - Parte I

Estos días me preocupo un poco más en ser quién soy, rodeado de gente que pasa a mí alrededor con mucha más prisa de la que pueden soportar. Me sonrío, y me calo las gafas hasta los huesos, en un intento de ocultar mi mirada, fugitiva entre tantas idas y venidas, golosa de encontrarte. Garabateo frases sin sentido en un cuaderno vacío, hasta que dos de ellas se encuentran, como debiéramos encontrarnos nosotros, bajo este sol abrasador, o esta grisácea oscuridad.

Y, en ese momento, me hablas. Me asaltas con gatos, fobias, con días difíciles y cuentos de hadas reales y sexuales. Y no lo niego, lo juro, no lo niego. Me gusta.

Es una forma diferente de encarar los días, como si fueran todos mañanas de reyes, esperando lo inesperado. Y, me he acostumbrado. Me preocupa mucho fallar el tiro, no resultar interesante, no arrancar una sonrisa.

Así, con suerte, ahora que todo está en calma y en silencio a casi las cinco de la mañana, me siento a escribir este fatídico día 6, con el convencimiento de que todo está perdido. Pero a punto de ser encontrado.

Nos vemos por la mañana. Por la tarde, más y mejor.

1 comentario:

  1. Es en el que te acuestas, el segundo en el que yo me levanto :)

    Sólo diré, por ahora, que no tienes de qué preocuparte.

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