domingo, 26 de junio de 2011

Vacaciones, día 2

Podría hablar, y podría hacerlo mucho más claro, y más alto. Podría deshacerme de todo esto, no tener que volver a pensar, o sentir. Podría mentir, o decir la verdad.

No sé qué busco realmente, si en verdad estoy buscando. Y no sé qué espero encontrar, ni si realmente quiero encontrarlo.

Así que aquí estoy, aturdido y dolido aún por la noche de ayer, por todo el alcohol que no fue suficiente. Y no espero nada ya. No creo que vaya a suponer un cambio, ni un recuerdo, ni una advertencia. Sólo es un día más tachado del calendario.

Y entre todo este vacío, toda esta absurda y aburrida y estúpida manera de pasar el tiempo, hay una voz que se alza de puntillas, lo suficiente para hacerse oír, que no pasa un día sin darme aliento, o consuelo, o regañarme. Y ya no me siento tan perdido.

1 comentario:

  1. Que vuelva el otoño26 de junio de 2011, 10:30

    .................a las diez de la mañana, el día de saldar cuentas y pagar por lo bebido y por lo apostado, uno no puede ser optimista ;)

    Y menos con este calor :)

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