sábado, 16 de julio de 2011

Sábado, 16 de julio de 2011, son más de las siete de la tarde

Hoy me llueve, y me encadeno diez minutos más a la tarde. Pronto será hora de empezar a beber, y me encuentro algo cansado, aunque ilusionado. Disfruto nuevamente de mi presencia, engrandeciendo mis virtudes, convirtiendo en excentricidades mis defectos. Y esta desesperación es más lúcida que nunca, y si tengo que reventar en carcajadas lo haré, y te bañaré en ellas cuando pases a mi lado.

Hoy saco de paseo a los lobos, y, aunque claro que tienen miedo a morirse solos, ya están acostumbrados. Y se ríen mucho más y mejor que yo.

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