Hoy, a falta de muchas cosas, he encontrado realidad.
Parece algo fácil de encontrar, de no olvidar que está ahí, pero a mí siempre me pasa. Son ya más de 25 años huyendo desesperadamente de ella, en forma de películas, canciones, libros y versos desperdigados. Nunca me he sentido cómodo, ni muy querido en el mundo, en esta realidad que me ha tocado vivir, salvo contadas excepciones.
Siempre suelo llevar el piloto automático puesto, haciendo tan sólo lo que se espera de mí, y dejando escapar los días, con la esperanza de llegar al último. Por eso, cuando encuentro algo que se asemeja tanto a todo lo que he soñado o querido, algo tan perfecto y bello en su forma más simple, que me hace sentir vivo y me devuelve la esperanza, sin pedir nada a cambio, y que me permite ser yo mismo durante unas horas, o minutos...
Por eso me olvido de la realidad, y cometo estupideces, y hago lo que haría cualquiera de los personajes de tantas y tantas películas, y libros, y poemas. Yo lo llamo arder. Para el mundo real es perder la cabeza.
Y no debo olvidarme de la realidad, del mundo que me rodea, que nos rodea a todos, y que yo no conozco. No puedo hacer lo que quiera, si afecta a otras personas, y se me olvida muchas veces. Sé que es un error imperdonable, y también una falta de respeto, lo que es aún más grave.
Así que hoy, desde esta reencontrada realidad, una vez más, te pido perdón. Pero también te pido que no dejes que me quede en ella.
Una sonrisa,
:)
La gente coherente te dará la razón.
ResponderEliminarAquí, al otro lado del espejo, a la Alicia que fui, y a la que quiere ser Reina, nos parece una estupidez. La realidad está loca. Mírala desde la ventana. Quizás para otros no lo sea, pero para nosotros, los que no hemos despegado los pies del suelo, los que no hemos ganado, ni perdido, ni vivido, ni muerto, sólo soñado, no sé si la realidad nos viene grande o se nos queda pequeña.
Arde, Alberto. Porque si no puedes arder... ¿qué te queda?
Morir en sueños
ResponderEliminarA estas horas donde un círculo se cierra
porque otro ha de abrirse,
es tiempo de enfrentarme al destino.
Son horas mágicas, en las que pasean las almas,
en las que los fantasmas acechan,
en las que se escribe el futuro para quienes no lo tienen.
Es hora de morir en sueños,
de navegar las aguas turbias
que subyugan nuestro miedo.
Es mejor morir que vivir muerta,
sin un corazón latente,
sin ninguna batalla librada.
(Equivocarse, caerse, volverse a levantar, pero nunca rendirse.....y por cierto, la asquerosa realidad se nos queda pequeña, pero no desesperes, tenemos suficientes recursos para adaptarla a nosotros)
un abrazo:))))))))))
Lo siento, pero hoy, de nuevo, aquí, a las 6:14 de la mañana, ni borracho puedo escribir lo que pienso..........
ResponderEliminarNo puedo.
:)