domingo, 28 de agosto de 2011

Wall-E


Hoy, he vuelto a ver (y creo que ya van...) la película de Pixar Wall-E.

Es una película de dibujos animados de hace unos años, que obtuvo excelentes críticas y recaudó muchísimo dinero. Dinero adulto, porque esta no es una película para niños, y es algo que me gustaría subrayar aquí.

La película comienza narrando la vida de un pequeño robot de limpieza que vive completamente sólo en un devastado y ruinoso planeta Tierra, en un futuro lejano. Los primeros veinte minutos de la película son completamente mudos, sin diálogo alguno, salvo algunos ruiditos que emite el robot y un bichito que se encuentra. Asistimos al interminable día a día del robot, de su trabajo, y de la "humanización" que este ha sufrido durante su rutina (¡esa bendita colección de objetos "preciosos", la manera de levantarse para ir a trabajar, o la vuelta a casa!).

La siguiente media hora, nos presenta la llegada de un robot "femenino", en búsqueda de algo que no sabemos qué es, y el flechazo que sufre Wall-E, todavía oculto. Tras varias escenas dónde, con muy, muy poquitos trazos y pinceladas, se nos revela el carácter y la forma de ser del robot: algunos de carcajada (esa torpeza), otros de sonrisa, y algunos tan sutiles que se escapan en un primer y segundo visionado. Su encuentro con Eve, su primer diálogo (sólo repiten sus nombres) y la visita de ella a casa de Wall-E, dónde éste muestra emocionado uno tras otro sus "tesoros" ocupan la escena que he colgado esta tarde en Facebook.

Aquí conocemos que la misión de Eve es encontrar vida en la tierra, y volver con los humanos, exiliados en el espacio en unas infinitas vacaciones. A partir de aquí, la película se muestra como una comedia con momentos de acción logrados, con unos personajes secundarios que son auténticos robaescenas y con un claro mensaje para los más pequeños. La película es una auténtica gozada, que recomiendo encarecidamente a cualquiera con un mínimo de gusto. No voy a destripar nada más. Lo que realmente quiero reseñar, ya ha pasado.

En esos primeros (aproximadamente) cuarenta mínutos, hay tanto cine, tanta perfección y humanidad, que es muy difícil encontrar algo parecido en cualquier otra película. La definición de caracteres de los dos personajes, la sutileza de los detalles, de los gestos, de las pocas palabras y sonidos que emiten, la intensidad de las miradas y sentimientos que transmiten estos seres... Puede sentirse cada decepción, cada susto, cada enfado, cada pizca de vergüenza, cada ilusión...

En verdad se muestra la naturaleza, parte ilusión y parte miedo, de lo que es el amor. Lo terrible que resultaría la pérdida, o el rechazo, y lo fundamental e imprescindible que es.

Gran parte del mérito de todo esto resulta el claro homenaje al cine de Chaplin (se sentiría asombrado y orgulloso de este pequeño robot), la música de la película, y el diseño y movimiento animados de los ojos de los dos protagonistas. Dónde podría encotrarse un truco barato y lacrimógeno, lo único que podemos ver son los sentimientos más básicos y puros de cualquier ser con conciencia, con vida y alma.

Dije que esta no es una película para niños. Esto claro, no es del todo cierto, pero sí es cierto que muchos de ellos no verán más que muñequitos vivos y graciosos. Otros comenzarán a ver una historia de amor puramente Disney, con sus chistes y aventuras (sin estúpidos números musicales metidos con calzador como los últimos años). El resto, y los adultos que se presten a su juego sin perjuicios, descubrirán una obra maestra sin precedentes, y, desgraciadamente, sin muchos más compañeros de promoción cinematográfica.

Y todo esto se resume en unas escenas cerca del final, donde, como en el Quijote de Cervantes, un personaje se ha ido transmutando en el otro, y donde resulta más insoportable la pérdida de la identidad, de lo que alguien realmente ES, que su propia muerte.

Creo que he dicho muchas cosas que no pensaba decir, y se me escapan muchísimas más que quería señalar, pero lo mejor es que veáis la película, que la disfrutéis. Sólo decir que hay miles de pequeños detalles que requieren algún visionado más, porque son tantos y tan buenos que se nos escapan.

Buenas noches, y que os encontréis a vuestro Wall-E, y a vuestra Eve, en esta estúpida vida real.

1 comentario:

  1. gran película...pena de aquellos telespectadores q no saben leer entre líneas.

    Totalmente de acuerdo cntigo, joker.

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