martes, 23 de agosto de 2011

Hoy, miércoles

Ahora tengo ratones en casa y corretean por mi espalda y tu pelo,
son más lúcidos que tú, mas salvajes que yo,
no les importa mi vida, ni tus desgracias.
Y cientos de ellos se pelean por mis palabras y tus alaridos,
últimamente sólo follamos como venganza:
yo de tí, tú de todos los demás.
Así, a veces aún te escribo por darte las gracias,
buscando arrancarte la piel a lametones,
te divierte más rodear mi vida en círculos de vinagre y sal,
restañando con pólvora mis heridas vuelvo a la carga,
por entonces ya cabalgas sobre otro animal.
Créeme cuando te digo que siempre guardo dos mechones de cabello,
mi romanticismo no entiende de putas y de camellos,
siempre guardo uno tuyo y uno mío,
como si pudiera trenzar con ellos, un día aburrido,
una sexy y miserable soga para mi cuello.

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