martes, 2 de agosto de 2011

Cada día que pasa

Cada día que pasa es un día que llego tarde,
en mis sueños despierto antes de alcanzar a verte.
Cada noche lo intento,
cansado tras este duelo bajo el sol,
y me emborracho para revestirlos
con el cariz de la insolencia,
con todo lo imaginable:
para que seas tal y como te quiero.
Sé que he llegado a besarte,
y recuerdo tus hombros,
recuerdo haber bailado en aquel estúpido bar,
en la arena, en la playa,
recuerdo el sol fundiéndose en ámbar y océano,
y el humo,
pero no recuerdo tus ojos.
Cada día que pasa es un día que llego tarde,
y algún día no estarás esperando.

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