domingo, 5 de diciembre de 2010

Ayer

... puesto que nada
se ha escrito. Empezar,
como virgen desnuda, en el invierno, errando
nacida hace un instante. Empezar
ayer, por estar muerto, halar entre el frío,
ayer, ayer, nunca hemos salido del ayer...

ALBA
(TE FUÍSTE, DEJÁNDOME SIN MÍ)
Leopoldo María Panero



La última luz parpadeando antes de fundirse
en esta lúgubre habitación de motel,
rodeada de casquillos de bala y mujeres desnudas,
con preciosas piernas infinitas y ojos de perfil en gárde.
Los últimos pasos de la revolución nos trajeron aquí,
raudos y serviles como perros de presa cansados,
como cientos de avispas ensangrentadas,
elevando la voz por encima del aparato de aire acondicionado,
apurando las últimas caladas del cigarro,
mirando a ninguna parte para no recordar lo que fuímos.
Lo que juramos proteger, y nosotros mismos asesinamos.
Lo que nos escupimos a la cara no existe,
sólo palabras incompletas que rajan cada tendón que encuentran.
Lo que pensamos no es cierto.
No tenemos razón nunca.
¿Quién dice que la navaja no se ajusta a la línea que trazamos?.
Robándonos y mintiéndonos.
La navaja es perfecta.
Ayer sólo éramos nosotros,
hoy aquellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario