lunes, 10 de octubre de 2011

Pisadas

Hay días que suenan mucho más cálidos y transparentes
en tu voz aterciopelada,
y miles de destinos se entrecruzan en el cielo,
dejando rastros rojizos paralelos y perpendiculares
como frases inacabadas en mi memoria de cristal.
Araño con ellas los días, parte de las noches,
ensayando en este teatro vacío que hoy son mis ojos,
mis palabras, mis silencios,
nunca descubrí lo que hiciste con el piano,
con las canciones, con los trofeos.
Escapo de la última película de terror,
y paso por distintas fases:
contagio, risa, vulnerabilidad, afecto, odio,
y anido tembloroso entre lugares desconocidos y mi propia casa,
vacía, y llena de gente, y vacía otra vez.
Contar los escalones, como contar mis pasos,
y tararear viejas melodías, y reencontrar el agua:
hoy añoro mis zapatos, mi corbata, mi vida.

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