jueves, 1 de septiembre de 2011

Pasos

Tan sencillo como cogerte de la mano y tararear,
y que me mires con tristeza,
hay un mundo en mí que arde y se consume cada día:
la pérdida, el reencuentro, la llama.
Todo posee un punto de cataclismo,
crisis no significa más que cambio,
el problema reside en el miedo:
no quiero quedarme atrás, sólo.
Mi grito de auxilio no reclama auxilio,
ni atención, ni compasión:
sólo es el reflejo de mi reflejo.
No llores por haberme perdido,
nunca me has encontrado,
nunca nos hemos encontrado:
nada es realmente real, no podría serlo,
necesito soñarlo,
necesito que seas mi sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario