domingo, 11 de marzo de 2012

Nuevas mañanas de domingo

Nuevas mañanas de domingo en vestidos rojos de flores,
y la luz cálida que lo ilumina todo mientras sonríes al cielo,
y la vida que se me escurre entre relojes de arena,
entre los labios que se lamen, se muerden, se desean.
Nuevas mañanas de domingo en pijamas de franela,
y la sombra difuminada en noches de ojos azules,
en pelo negro muy cortito, en vasos de chupito,
en pies desnudos, en espejos, en sábanas,
en disfraces de colores, cuentos y faldas.
Domingo, otra vez, y desearía que estuvieras aquí,
aquí, y en cualquier otro sitio conmigo,
para que pudieras ver hasta qué punto luce la vida,
hasta qué punto se aceleran mis latidos cuando sonríes,
cómo la última chica ha sido siempre la primera,
cómo cada vez que sueño contigo me besas.
Domingo, anhelante y oscuro,
esperando encontrarte febril, acostada,
en el que pasamos nuestros dedos por nuestra piel,
palabras como plata, chocolate, miel,
palabras envueltas en llamas:
domingos, domingos en la cama.

1 comentario:

  1. Tengo un disco que gira para entonar constante los más bellos acordes.
    Tengo mi voz, y tu voz, y la suya.
    Tengo recuerdos de muchas mujeres.
    Tengo un sol redondo de primavera calentando trozos geométricos de sábanas y baldosas.
    Tengo el tejado y el enrejado de paredes.
    Tengo un olor a café perenne y chocolate y caramelo.
    Tengo versos impares que escalo a traición cuando me reescribo de nuevo.
    Tengo pares de páginas millones por las que deslizarme en los segundos suspendidos
    entre la acción y el reposo.
    Tengo la música a gritos y recuerdos que aúllan en cada rotonda.
    Tengo colores y equinoccios. Moquetas de polvo por las que patinar las yemas.
    Tengo bolígrafos bañados en plata que me recuerdan mis errores,
    con los que desgasto las tardes y pintarrajeo bigotes.
    Tengo sonrisas guardadas en un cajón de la mesa, y un marco absoluto
    en el que se desarrollan las noches.
    Tengo fe, esperanza y miedo.
    E intactas las ilusiones.
    Tengo sombras suavizadas y contrastes dolorosos. Tengo luces y cariño.
    Quejíos, un alma del sur y un corazón del norte.
    Tengo calor en invierno y en verano frío.
    Tengo una sucesión de días encadenados a todas las alcayatas.
    Tengo lunes que son domingos.
    Tengo la fe, de nuevo. De nuevo tengo la ventana.

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