Deshacer el mundo, el camino, los sueños,
buscando fotografías de quienes quisiéramos ser,
buscando vídeos de la perversión reflejada en los cuentos:
lamer, llorar, sonreír, escapar, creer.
Deshacer el mundo,
las mañanas, los mediodías, las tardes, las noches,
una nueva hora marcada a fuego en los relojes,
las cuatro y media,
y tan sólo verte dormir.
La espera silenciosa de las palabras equívocas,
el perdón de cada día,
la cruz de cada noche,
el incierto pasado, el recuerdo del futuro:
correr, correr, correr, correr,
deshacer el mundo.
Todos tus dedos al piano, tocando un vals en el contorno de mi oreja.
ResponderEliminarAbril deshaciéndosenos en mordiscos,
en susurros, en impactos, en embestidas, en ronroneos.
Abril deshaciéndosenos bajo nuestros cielos de madera.
Las sábanas calientes, los zorros esperando,
y el recuerdo de la lluvia en tu coche el uno de enero.
Abril matándonos a polvos,
a sexo desmedido y furioso.
Abril deshaciéndosenos en un segundo, mientras la música sigue sonando.
Abril deshecho y deshechos tú y yo el uno en el otro.
Abril eterno, infinito, te cabalgamos.
Abril amargo, abril escurridizo, abril escondido,
abril dulce, abril sudado, abril salado.