domingo, 13 de mayo de 2012

Somebody That I Used to Know

Conocí a una chica que se movía despacio y en colores,
una chica que luchaba con monstruos de seis garras,
que arañaban los hombros que yo solía lamer,
dejando un rastro... de sangre y miedo.
Conocí una chica a la que escribí un cuento,
y que se fue convirtiendo en todas las palabras,
que los días de lluvia y sol sonreía en el humo,
conocí a una chica que llevaba el cielo en los ojos:
y el cielo estaba dentro de mí.
Conocí muchas vidas de esa misma chica,
y me enamoré de todas ellas, como de todo lo demás,
conocí unas pisadas inciertas en la hierba del futuro,
y mil nuevas promesas que se deshacían cada mañana,
para reencontrarnos cada noche en llamas.
Conocía a una chica, que me dijo quién era,
y le puso nombre a cada uno de mis miedos,
para poder enfrentarnos a ellos, cogidos de la mano:
para poder mirarme al espejo con ella.
Conocí a una chica que se escapaba de su propio tiempo,
y encontró refugio en mis alturas y en mi silencio,
y convirtió las dudas en milagros por los que agradecer el sol,
convirtió mis canciones en música, mis versos en dibujos,
reunió a todos los gatos, para que me maullaran cuando estuve solo.
Conocí a una chica que consiguió que nunca me comieran los lobos,
a pesar de que nosotros éramos dos más de la manada,
conocí a una chica con la que pude dormir dos noches,
y todas las noches de mi vida:
a veces todavía tengo miedo a perderla.
Conocí a una chica cuya ropa me quería,
y cuidaba de mis manos temblorosas,
y reconocí en ella todo lo que había querido o soñado:
conocí a una chica que me quiere a pesar de todo,
y hoy sólo trato de mantenerla a mi lado.

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